Se me ocurren varias maneras para generar un plan de ahorro, una alternativa a la jubilación…
La más segura y a su vez también la menos rentable, es hacer una aportación mensual en una cuenta remunerada en una entidad financiera, con un escaso interés, más en los tiempos actuales, estando sometidos a la inflación y la fiscalidad, lo cual provoca que el rendimiento a medio y largo plazo no sea adecuado para que nuestro dinero resulte rentable y con garantía de futuro.
Otro es el mercado continuo, la bolsa de valores. Para ello quisiera hacer una retrospectiva de cómo ha evolucionado el mercado de valores español en las últimas tres décadas. El miedo de los pequeños inversores en el mercado continuo de valores ha aumentado en la última década. En los años noventa con las grandes privatizaciones, salidas a bolsa y ampliaciones de capital de grandes compañías como; Repsol, Argentaria, Iberdrola, etc consiguieron animar, a través de las entidades financieras, al pequeño ahorrador que empezó a jugar a ser su propio broker, aumentando la capitalización de los principales índices de referencia de la bolsa española, sobre todo el IBEX 35, con liquidez fresca y recurrente, el famoso “muchos pocos” que provocaron índices de once mil puntos con gran facilidad. Actualmente el mercado continuo no dispone del mismo perfil de inversor, los inversores son más especializados y más especuladores, por ello los mercados estás mas sujetos a cambios más drásticos como los que llevamos en los últimos años. Esta reflexión podría resumirse en el consejo a los pequeños ahorradores para que vuelvan a confiar en el mercado continuo y que sus ahorros consigan una estabilidad y rentabilidad a medio plazo, recuperando la creencia en los productos financieros y fomentando nuevamente el ahorro de futuro. Pequeños ahorros de forma continua y bien invertidos, garantizarán un futuro estable y una pensión o garantía de futuro.
Por último sugiero la posibilidad de contratar un plan de pensiones privado, en definitiva y dependiendo del producto contratado, podemos encontrarnos con productos de mayor o menor riesgo, no sabiendo cómo se están invirtiendo nuestros ahorros y que rentabilidad futura vamos a esperar, es decir, no seremos dueños de nuestro destino y/o decisiones de inversión.
Lo ideal y como reflexión, sería un sistema mixto, capitalizado por el estado y por la vida laboral del trabajador, esto garantizaría una pensión garantizada y sometida al esfuerzo realizado a lo largo de la vida profesional. En SC Marqués la experiencia nos ha hecho especialistas en este tipo de asesoramiento. Esto, que hoy en día es una quimera en España, espero sirva para que a quienes corresponda reflexionen al respecto.